Dra. FLORENTINA GOMEZ MIRANDA quien dedicó su vida a la militancia y a la docencia política, convirtiéndose en un ejemplo ético y moral de entrega y compromiso con los principios republicanos y democráticos fue Maestra Normal y Abogada , Diputada Nacional presentando más de 150 proyectos de ley entre los cuales varios de ellos fueron decisivos en la modificación del Código Civil, especialmente en lo atinente a patria potestad compartida por ambos progenitores, divorcio vincular, pensión al viudo, igualdad entre hijos nacidos fuera y dentro del matrimonio, derecho de la mujer a seguir usando el apellido de soltera luego de casada y el derecho de pensión a los concubinos entre sí.
Fue Presidente y Vicepresidente de la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad -creada en la Cámara de Diputados por su iniciativa- participando activamente en numerosos congresos nacionales e internacionales.
Recibió innumerables premios y distinciones por su permanente lucha en defensa de los derechos de la mujer, siendo distinguida como Ciudadana Ilustre de Buenos Aires en 1999; Premio Alicia Moreau de Justo; la Asamblea de los Derechos Humanos le otorga el Premio “Dignidad 1999” y
en noviembre de 2010 la Universidad Nacional de la Plata la distingue como Graduada Ilustre.
Incansable luchadora por los derechos de las mujeres, expuso sus
convicciones con firmeza sus principios, pero también con su fino e irónico sentido del humor.
Su lema siempre fue: “Digo lo que pienso y hago lo que digo”.
Fue Presidente y Vicepresidente de la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad -creada en la Cámara de Diputados por su iniciativa- participando activamente en numerosos congresos nacionales e internacionales.
Recibió innumerables premios y distinciones por su permanente lucha en defensa de los derechos de la mujer, siendo distinguida como Ciudadana Ilustre de Buenos Aires en 1999; Premio Alicia Moreau de Justo; la Asamblea de los Derechos Humanos le otorga el Premio “Dignidad 1999” y
en noviembre de 2010 la Universidad Nacional de la Plata la distingue como Graduada Ilustre.
Incansable luchadora por los derechos de las mujeres, expuso sus
convicciones con firmeza sus principios, pero también con su fino e irónico sentido del humor.
Su lema siempre fue: “Digo lo que pienso y hago lo que digo”.