Lamentablemente hoy viernes cierra una
semana de luto, con muertes dolorosas, terribles, injustas y con un alto grado
de violencia.
Lo triste es que, día tras día, los
argentinos nos estamos acostumbrando a las noticias con desenlaces trágicos
producto de hechos delictivos, agresivos y violentos donde las víctimas fatales
son de diferentes grupos etarios -niños, niñas, adolescentes y adultos-, sin
observar una pronta resolución estatal a través de medidas públicas concretas
sobre el flagelo de la violencia.
Una sociedad Justa y equilibrada no puede
dejar que los casos de violencia queden sin resolución por falta de pruebas o
mantengan irregularidades durante el proceso judicial. Lamentablemente, puedo
enunciar muchos ejemplos al respecto y entre ellos el caso de Nair Mostafá,
María Soledad Morales, Sofía Herrera, Candela Rodríguez, Sofía Viale, Maria
Cash, Marita Verón. Todos estos casos son la evidencia más clara de que el
procedimiento llevado a cabo por la Justicia y las fuerzas de seguridad
correspondientes fue incorrecto y tardío.
Quiero expresar públicamente mis
condolencias a la familia de Ángeles Rawson y como funcionaria de Vicente López
y ciudadana de la República Argentina apelo a una rápida y profunda
investigación del crimen para dar con los responsables del hecho y que los
mismos tengan la pena correspondiente, haciéndose Justicia al respecto.
Y en este sentido, llamo a las autoridades
en general y, en particular, a las que nos abocamos al área de Mujer, Niñez y
Familia para que ejerzan la función pública con transparencia, idoneidad y
responsabilidad, porque eso también salva vidas. Porque podemos evitar casos
similares a los nombrados anteriormente si se trabaja en la prevención y
concientización de la violencia; si se aplican protocolos de búsqueda de
personas eficientes, si se trabaja de manera conjunta con los efectores
intervinientes en el sector de la niñez y adolescencia, políticas de género y
familia en sí. Tenemos que bregar para que en nuestro país no haya un solo
desparecido más ni hechos aberrantes como los nombrados.
Asimismo, quiero expresar mi mayor
solidaridad con los heridos y personas perdidas de la Tragedia de Castelar.
Como así también, expresar mis condolencias con las familias de los fallecidos.
Es lamentable que luego de la tragedia de Once del 22 de febrero del corriente
año (51 muertos y cientos de heridos) el Estado Nacional no haya tomado las
medidas preventivas necesarias de seguridad y mantenimiento de las unidades,
adecuando el sistema para evitar accidentes fatales producidos por trenes;
prueba de ello es lo acontecido en el día de ayer donde hoy volvemos a lamentar
la muerte de 3 personas y 315 heridos, de los cuales varios están internados en
terapia intensiva aguardando una mejoría.
Yo me pregunto cuánto faltará para que
exista en la República Argentina el día donde nos podamos levantar e ir a
dormir sin tener que lamentar nuevas tragedias. Como dijo el Papa Francisco “que Dios os perdone por lo que
habéis hecho”.
Cjal. María Marta Maenza
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